Procedencia imprecisa
¿Por qué se escribe? Siempre son intereses más bien subterráneos, vagos, oscuros. Fuerzas soterradas, principios naturales.
Escritos, anotaciones al margen, apuntes en la servilleta
El calor, solo una camisa
El reloj, el calor, un momento de suspenso permanente, no pensaré en ésto mañana, será otro día, repentina inspiración. El portón entreabre a goznes, bastidores y tramas. Cubre de esporas.
A lo mejor estoy yendo al norte queriendo ir al sur. Más tarde me moveré y no pensaré en ésto. Necesito dormir. Mis sueños son... otros, han cambiado. Desearía que permanecieran.
Un compañero de taller literario murió, se suicidó el año pasado. En su página de facebook, recuerdo que lo saludé, y me despedí. Alguien, una amiga de él, comentó:
“ayer y antes de ayer soñe contigo.........pero no me hablas.........y yo no te puedo hablar!!!! quede muy triste, por q me iso recordar q estas siempre aqui pero no te veo ni te escucho!!!
te extraño mucho!!!! ♥”
A veces siento eso, con respecto a algunas personas, a algunas situaciones, y me interpretó. Me hace recordar y reiterar lo que escribí hace un tiempo, con respecto al sustento de las personas: ... esa emergencia poética, mi techo.
Actualmente tengo dos oficinas. Una es céntrica, y me gusta, porque está en alturas. La tengo hace más de un año, y me he acostumbrado: en invierno no es tan helada, y me sirve como taller y centro de operaciones. La otra es en la parte antigua de Providencia, cerca de Salvador, también voy a cumplir un año ahí: junto a dos compañeros de la UC hemos realizado varios proyectos de arquitectura, ha sido la más fructífera.
Después del recorrido silencioso del cementerio los árboles siguen marcando un ritmo, me tranquiliza. En casa, me cuesta ir a la última pieza, de mi madre, también me cambiaré antes de fin de año.
Mi tía viaja este invierno al norte, estaré solo. Me sirve. No me escriban, no me falta compañía. No me añadan a Facebook, se los he dicho. No, no lo intenten. Pongo Ignorar.
En el onceavo piso, donde a veces tengo reuniones, me gusta ver la ciudad desde arriba…
En casa tengo un gato que era negro, y se descoloró. Ahora parece siamés: tiene la cabeza y las patas negras, y el cuerpo gris. No sé que problema tendrá, pero si sigue así con suerte le saco algo de dinero. Ojalá sea de esas cosas prodigiosas de las que habla Cortázar.
- ¡Cómo te atreves a hablarme así, no sabes quien soy! No sabes lo que puedo hacer, sí, sí, Pabst, van 200 y 300 más hasta la quincena, hasta la quincena, ¿OK?, han bajado, no, no espero más, pero ¿qué es lo que dijiste????!!!! No, por supuesto que no
- ¡Pero cómo se atreve ese carajo!, ¿es que no se lo han dicho? ¿es que no se lo han dicho?
- ¡Hasta diciembre no vas a tener utilidad! ¡Hasta diciembre! Hasta diciembre…
El comienzo del año 2011 me toma en el inicio de varios proyectos. Tras un año difícil surge la esperanza de nuevas perspectivas, y las mañanas traen una vieja resonancia, refrescante, como de escarcha, como de mar.
El día 31 en la mañana visité el cementerio, y vestimos la tumba de mi madre con muchas flores, con mi tía. El 1°, y el domingo 2, por su parte, fueron días silenciosos, y cálidos.
Uno mira el mar y es algo que siempre tiene energía. Si la tierra es permanente, el agua parece provista de un mágico resorte, siempre en movimiento. Siempre transformándose, siempre distinta.
Espero que parte de su energía me inspire, e inspire a todos en este año que comienza, con nuevos planes, realizaciones, desafíos.
La playa parece de plata con el sol de verano, mientras la tarde aterriza escalas de grises.
Corro en la costa, sin lograr asirlos. En el trote, bajo sombras, los pies se hunden en arena como si fuera vereda movediza, mientras alamedas avanzan, en tramos interminables, como engranajes. Llevo mármol al pecho, como arma innecesaria. Guardaespaldas incómodo, que pesa y agota el trote. Amuleto de metal, como si llevara algo húmedo, un trozo de nylon o un pez extraño en el pulóver, que se deshace en gravilla, rodante y húmeda como lo que abracé y vivía, sin vivir, días que parten en andenes, vibran con motores y ruedas en pasillos de asientos desocupados, entre varias hileras en penumbra, y deslizan, como danza entre ballenas, entre cantos. La gravilla rueda yéndose, en esferas de mercurio.
Pero la playa. La playa esta tarde es de plata con el sol de verano.
A veces me han preguntado de mi medio hermano, tenía bonita sonrisa. La manzana de Adán más marcada que la mía. No sé de psiquiatría, no sabía su enfermedad. También sólo esbozo a mi padre, en una noción que es como foso sin fondo. Mi padre parecía un hombre alegre. Personas valiosas, en la historia, han hecho lo mismo. Pensando el sentido de las cosas, la mantención de lo importante, no me siento mal.
Con respecto a la continuidad, a seguir en un propósito, también uno piensa cuando alguien se sacrifica por uno, y eso da fuerza. Recuerdo a mi madre vendiendo mis libros (poesía, difícil venta), y regresando a casa tarde. Iba a las librerías, al centro, San Diego. Una vez llegó feliz: un librero griego le había comprado varios, y le gustó el diseño de la tapa. Una señora, una vez, me paró en la calle y me dijo que me había leído: el objetivo se había cumplido.
Ya enferma, una vez le pregunté: “pero cómo podría ayudarte”, me contestó: “sigue haciendo lo que haces”.
En bandejones los paisajes son deshabitados, por las tardes, al caminar: a veces no veo a nadie conocido, me gusta pasar inadvertido, evito saludos, necesito los árboles, necesito guardaespaldas.
Veo costas, olas dando chasquidos. En el video de ‘Summerfling’, de KD Lang, aparece una playa, plateada. Buena canción, hace sentir bien. Música sugerente, recuerda los años 60. “Why can't we stay that way? / Climb your favorite apple tree / Try to catch the sun”… Eran buenas las canciones de Richard Wright. Por qué repito lo de la playa, parece estribillo, a veces parece que se ajusta, a veces no.
http://www.youtube.com/watch?v=yZzgoFhLZ5E
Pero la playa. La playa esta tarde es de plata con el sol de verano.
A lo mejor este post puede ser otra franja de color. Un gotero que derrama colores, banderines móviles, Mondrian. Any colour you like… “Dream yourself away / Why can't we reach the sun / Why can't we blow the years away”
Es buena esa batería, desenfadada, casi cariñosa. Cuando estudiaba me gustaba, contrasta con la voz sombría, casi un vahído. “Los primeros años de revolución fueron felices y tumultuosos…”
Camino a casa, desde General Mackenna, donde queda el Colectivo Mapocho, y el taller de poesía, fui conversando con el poeta Hans Stange, docente de la Universidad de Chile. Continuando con el taller, también prepara una exposición sobre un referente poético. Su tema es Ezra Pound y T.S.Elliot. Recuerdo que le pregunté si trataba sobre “Las tierras baldías”, como conexión. Dentro de su enfoque, gramático, parece que desea abordarlos por separado. Me llamó la atención también su conocimiento sobre Kavafis, me pregunto si podré estudiarlo en griego: tengo conocidos que lo recitan.
Al recordar la concentración puesta en Andrés Sabella, me llaman la atención los referentes de otros, y como ven otros.
Fuera del español, mis idiomas son inglés y griego. Mi nivel de alemán es básico, a pesar de que el otro apellido de mi padre lo es. A veces he estado cerca de tramitar pasaporte, por diversos motivos, pero desde luego me gustaría conocer más el idioma.
Galerías, referencias...
La diseñadora, que estaba por titularse, sacó excelente calificación, lo que me alegró mucho. Me gusta cuando otras personas ven otras cosas, así se va enriqueciendo el entorno. Por estos días trato de ver galerías, ver referentes.
Cuando me esfuerzo en algo, al punto de invertir mucho tiempo, pienso en las posibles resoluciones de otro. A veces las presiento, a veces me sorprenden. En el taller de Hugo Molina me pasó una anécdota entretenida: solía llegar a colgar (al edificio blanco, de Alfredo Jünemann) lleno de pintura, con lápices en todos los bolsillos, y con láminas que a veces se plegaban, en ángulos, toda una cosa muy naif, estilo “pintura fresca”, con materialidad muy sólida, dura, y llegué de golpe a la sala encontrándome de frente con láminas blancas, livianas, colgadas en forma traslapada con alambre, dando impresión de profundidad. En esa fisonomía irreconocible, y debiendo colgar al lado de ese compañero, láminas de cartón, quebradas, pintadas con esmalte, pensé: el otro alumno no necesariamente piensa como uno.
¿Cómo ven otros?
Mientras piso mantos de hojas, que flotan en el agua por la mañana, como espejos triangulares, moviéndose, en muchos tonos de tierra, dispersos, pienso en torno a lo adverso y a la victoria, a las cosas que hacen creer. La poesía, a veces, suele enfatizar la desventaja, o el triunfo moral. La actitud de Léonidas, y de Dilios el narrador, en 300, que a largo plazo es una victoria, tal vez es un buen ejemplo de afrontar desafíos. En la vida, uno debiera recibir la celebración, como lo adverso, con idéntico sentido poético, esperando los momentos en que cada cosa se sincroniza.
Notas adolescentes
... "Pensó si alguien había recogido notas adolescentes, de algún cuaderno, enrostrándoselas". Entre papeles, leí frases de relatos, que escribía como bocetos, hace tiempo.
Al releer este post, también, pienso en la sorpresa y las impresiones como generadoras de creación ("Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender", como la cita que hacía en un post anterior).
Ah, cuando andaba a tientas y me quedaba hasta tarde sin querer, pero luego la noche era también serena, y en paz. Como dicen: ¡Qué hermoso era un día hermoso!
Similar a lo que se escucha al estar cerca de música, de instrumentos, aparecen luego exclamaciones, vivas, tambores, en medio de una canción, introduciendo a nuevas atmósferas.
Ansiedad
“Contra un cielo límpido, donde jamás gruñía el invierno, garabateaban mis volantines sus caprichos.
El mar hacía coro a mis gritos: era mi compañero de guardapolvo azulejo.
Yo creía poseer infinitos corazones. Y, cuando encumbraba un volantín, pensaba, seriamente, que uno de mis corazones salía de paseo por el cielo.”
Andrés Sabella
A veces me gusta leer a Andrés Sabella, hace recordar el norte, trae paisajes familiares.
El Parque Forestal
En las tardes de otoño y de invierno el Parque Forestal no es un lugar muy concurrido, y es un excelente lugar para trotar. En ocasiones lo hago. Su presencia en el centro de Santiago es significativa: abre todo un espacio de comunicación entre la trama ortogonal, fundacional, y la marca natural: el río. Como lugar turístico, y de paseo, también es muy agradable, encontrando un nexo con el barrio Bellavista, y el Parque Bustamante.
Cortinas, viento tibio, canciones de medianoche
Marea hablar inglés, es como usar otro sector del cerebro, aunque a veces pienso inconscientemente frases, palabras que comienzan a tener sentido.
Si alguna vez tuviera que hacer un sacrificio como el de Léonidas, pienso que sería bueno afrontarlo con serenidad. Como quien tiene un momento para saber si corre viento, y en qué dirección… Como quien abre una ventana y se queda con la sensación de que hay que abrigarse... ¿Cuánto cuesta ese chaleco? No me gusta el botón, me gusta el diseño, ¿Habrá uno igual con otro cuello? ¿Cómo se llamaba ese poeta?
En medio de estas fechas especiales, espero que el año que ya comienza esté lleno de proyectos y prosperidad. Aprovecho de agradecer saludos, tarjetas y correos. Es especial también ir al correo para dar saludos, caminando por el bandejón a la agencia.
Este tiempo trae mañanas iluminadas, en el hemisferio sur. Revisando páginas en el computador, a propósito de proyectos de arquitectura, aparecen ideas e imágenes que me han parecido novedosas. Gotas duplicadas, pliegues de papeles coloreados, transformándose en grabados de espejos, simetrías. Trazos que adoptan una correspondencia, una medida.
Ver distintos planos, como en el cubismo, entre pliegues. Dibujos, yuxtaposiciones, como frases de versos, que se multiplican.
Crecimientos, correspondencias, me recuerdan textos, que procuro incluir en una sección especial, referida a los colores, como profusión de tonos, llamada provisoriamente "De fuentes y de aleros". Azar y armonía, como caleidoscopio poético de espejos: "Acaso las constelaciones / Tienen su par aún más lejos".
El tiempo cálido trae volúmenes espesos, sugiriéndome el aire de los umbrales.
La luz triangular de polvo y pelusa
En los pasillos el silencio
Envuelve lugares como si se tratara
De un velo, del extremo brillante
De un largo vestido suspendido
Como un cedazo
De polvo gotas, espejo y cernidero
Procuro relacionar los colores a dibujos en el firmamento, al revisar partes de un texto, "Transformación".
Una paleta de mimesis, hilo de bruma en el agua
De dibujos transparentes
En pliegues duplicados, cuadrantes introducen en una nueva atmósfera, en un estado de ánimo, como ver súbitamente bajo el agua, y el viento sigue corriendo sin detenerse, volviendo al aliento en cada esquina, oxígeno en el agobio o el cansancio, seguro de su continuidad.
http://notasalpiedepagina.blogspot.com