Caminos y tonos de tierra

Hace un tiempo retomé el hábito de correr, generalmente por las mañanas, bastante temprano. Salí al bandejón, y encontré el suelo lleno de hélices. Recordé que cuando caen del árbol, por efecto del viento, las hélices van cayendo, girando en forma circular, como el aspa de un helicóptero.
El follaje, de tono ocre y beige, deja caer una lluvia de hélices, en las cabezas.

Al detenerme, cogí un racimo, y lo llevé a casa, para fotografiarlo. ¿Cómo se llama el árbol? Es bastante prolífico, porque los caminos se llenan de hojas y semillas. Por estos lados, también es muy común el plátano oriental, en los parques.
Pero no es plátano. Fresno, pensé. Buscándolo, es un tipo de arce, viendo el link: guia14/fig678.htm. A todo ésto, me gustó la cita: "Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender". Parece parte de un curso del profesor Sebastián Teillier, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central, al abrir vínculos. Interesante tema, los nombres de los árboles, y sus características.

Correr muy temprano, en invierno aún, o en las noches, es como participar de semipenumbras, y niebla. Las cosas llegan de otra manera.

Uno de los recuerdos que tengo de lecturas es el de árboles encendidos, en fusiones de historia y paisaje. Colores, hojas, calles, estaciones, espectáculos en lo cotidiano.
Salgo temprano al camino / Mientras hojas flotan en el agua / Entre sonidos ocres / En múltiples tonos de tierra / Dispersándose en el ritmo... Espero agrupar estas ideas en historias y temas, desarrollándolas, que se puedan leer en distintos planos.

Pienso asociaciones, repeticiones, ritmos en la cadencia de las palabras. El viento derrama un sonido en los árboles / Aspas en el fondo de un torrente nocturno / Multiplicándose en ramas que vibran... En esta lectura, del paisaje, al aparecer más luz se descubren gamas de tierra, nuevos territorios, ángulos, caminos, perspectivas.